La presencia en Internet tiene no pocos riesgos, y uno fundamental es el acoso, en sus más diversas modalidades. Entre estas, una que es especialmente sensible es el sexting.
Es por ello que resulta vital estar informados sobre qué es el sexting. Hoy te hablamos sobre sus consecuencias y qué hacer para protegernos a nosotros mismos y a nuestros hijos y seres queridos.
El sexting es la práctica de compartir contenido sexual o erótico a través de mensajes de texto o de redes sociales e Internet. Puede ser peligrosa, pues puede exponer a las personas, fundamentalmente a los menores y adolescentes, a situaciones embarazosas que pueden llevarlos a la vergüenza y la depresión. También puede ser una vía para el robo de identidad, chantajes, estafas y otras formas de ciberdelincuencia.
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El sexting es el acto de enviar mensajes sexualmente explícitos, principalmente entre adolescentes, a través de teléfonos móviles. Esto incluye el envío de fotos y videos sugerentes o desnudos. Es un problema creciente y potencialmente peligroso, especialmente para los más jóvenes.
El término se forma con las palabras inglesas "sex" (sexo) y "texting" (escribir mensajes). El sexting puede tener consecuencias negativas para la privacidad, la seguridad y la salud mental de las personas que lo practican, especialmente si son menores de edad o víctimas de chantaje, acoso o venganza.
El sexting puede tener consecuencias negativas como chantaje, acoso o distorsión de la imagen propia. Las fotos y videos pueden compartirse sin el consentimiento de la persona que aparece en ellos, con lo que se pierde el control sobre la difusión del mismo y puede volverse viral fácilmente.
Esto puede dañar la reputación y autoestima, especialmente en la adolescencia. Además, la posesión o difusión de imágenes de menores de edad con contenido sexual está penalizada por la ley.
Por otra parte, el sexting puede facilitar el acceso de los delincuentes a datos personales o bancarios de las víctimas, o incluso a su ubicación física.
Los más vulnerables al sexting son los menores de edad y los adolescentes en primer lugar, debido a varias razones. Son más propensos a la presión de grupo y tienen menos desarrollado el autocontrol y la capacidad para medir consecuencias.
Además, suelen tener una visión más positiva del sexting, sin tener claros todos sus riesgos e implicaciones legales (pusieran incurrir en delitos como pornografía infantil o abuso sexual). Los menores de edad también pueden ser más susceptibles a sufrir problemas psicológicos como depresión, ansiedad o aislamiento social por el sexting.
Para reconocer el sexting, es importante estar atento a las señales que pueden indicar que una persona está enviando o recibiendo contenido sexual por internet. Algunas de estas señales son:
Los padres deben fomentar la confianza y mantener una conversación honesta sobre este tema con sus hijos.
Para prevenir el sexting, la primera medida a poner en práctica es educar a los menores de edad, fundamentalmente a los adolescentes, sobre el uso responsable y seguro de internet y las redes sociales, el respeto a su propia intimidad y la de los demás, la autoestima, la presión de grupo y sobre normas para el uso de dispositivos inteligentes.
También es importante fomentar el diálogo y la confianza entre padres e hijos, para que puedan expresar sus dudas o temores sobre el sexting y pedir ayuda en caso de necesitarla.
Asimismo, se recomienda instalar antivirus y contraseñas seguras en los dispositivos tecnológicos, y evitar enviar o reenviar contenido sexual por internet.
Si ocurre un incidente de sexting, lo primero es mantener la calma y no juzgar al adolescente, pues puede darse el caso de que haya recibido el sexting, pero también que lo haya enviado.
Hay que brindarle apoyo emocional y trabajar juntos en un plan para minimizar daños. Esto puede incluir eliminar el contenido, denunciar ante las autoridades pertinentes y tomar medidas adicionales para reforzar la seguridad y privacidad online.
Algunas medidas a aplicar son:
Las aplicaciones de control parental pueden ayudar a prevenir y detectar el sexting supervisando las actividades de los menores en los dispositivos y estableciendo alertas sobre contenidos inapropiados. Estas aplicaciones ofrecen ayuda real y efectiva para evitar que el menor reciba o envíe contenido sexual o erótico.
Aplicación de espiar móvilespara padres modernos
Principales características:
Compatibillidad: Android y iPhone.
La app uMobix es una herramienta de control parental que permite a los padres supervisar las actividades de sus hijos en el móvil y en internet. Entre sus funciones, se encuentra la posibilidad de acceder a los mensajes de texto, las llamadas, las redes sociales, el historial del navegador, la ubicación GPS y más .
La herramienta permite a los padres leer los mensajes enviados y recibidos por sus hijos a través de WhatsApp, Facebook, Instagram y otras plataformas populares. Así, pueden comprobar si hay algún contenido inapropiado o sospechoso y tomar medidas al respecto. También pueden ver las fotos y vídeos que sus hijos guardan o comparten en su móvil, y bloquear el acceso a sitios web o aplicaciones no deseadas.
Además, uMobix ofrece la función de registrador de teclas, que registra todo lo que el usuario escribe, incluyendo las pulsaciones de teclas y las contraseñas. Esto puede ayudar a los padres a descubrir si sus hijos están involucrados en algún tipo de sexting o si están siendo víctimas de algún tipo de amenaza o coacción.
Igualmente, permite a los padres conocer la ubicación exacta en tiempo real de sus hijos y el historial de lugares visitados. Esto puede ser útil para prevenir encuentros peligrosos con personas desconocidas o para localizar a sus hijos en caso de emergencia.
Aunque uMobix es nuestra primera recomendación como app de control parental contra el sexting, no es la única. A continuación te ofrecemos un listado con otras apps que también pueden ayudarte en este sentido:
Control Parental y Bienestar Digital
Esta aplicación te permite bloquear sitios web, aplicaciones o juegos inapropiados, establecer límites de tiempo de uso, monitorear las actividades y las conversaciones en redes sociales, y localizar el dispositivo en caso de pérdida o robo.
Herramienta que te permite crear una cuenta de Google para tus hijos menores de 13 años, con la que puedes supervisar y gestionar el uso que hacen de sus dispositivos Android. Puedes aprobar o bloquear las aplicaciones que descargan, ver el tiempo que pasan en cada una, establecer horarios de uso y bloqueo, y localizar el dispositivo.
Esta aplicación te permite controlar varios dispositivos desde uno solo, con funciones como bloquear aplicaciones, sitios web o llamadas, establecer horarios de uso, activar filtros web, localizar el dispositivo y enviar mensajes de emergencia.
Kids Place te permite crear un entorno seguro para tus hijos en tu dispositivo, con acceso solo a las aplicaciones que tú apruebes. También puedes bloquear la compra de aplicaciones, evitar que cambien la configuración del dispositivo, establecer límites de tiempo de uso y proteger tus datos personales.
Norton Family te permite supervisar la actividad online de tus hijos, bloquear sitios web inapropiados, ver el historial de navegación y búsqueda, establecer límites de tiempo de uso, recibir alertas y reportes sobre sus hábitos digitales y localizar el dispositivo.
Saber qué es el sexting es tan importante como saber identificarlo, prevenirlo y enfrentarlo. Reiteramos que la comunicación con los menores de edad es esencial para una presencia segura de estos en Internet. Las apps de control parental también pueden jugar un rol decisivo en la protección contra el sexting.
Preguntas frecuentes:
El sexting se refiere al acto de enviar o recibir mensajes, imágenes o videos de contenido sexual explícito a través de dispositivos electrónicos como teléfonos móviles, computadoras u otros dispositivos conectados a Internet.
Puede incluir la transmisión de fotografías o videos con desnudos, sugestivos o provocativos, así como mensajes de texto o de voz de contenido sexual explícito.
El sexting puede tener consecuencias negativas, especialmente si las imágenes o mensajes son compartidos sin el consentimiento de la persona que los envió. El sexting no consensuado puede ser una forma de acoso o de sextorsión, y puede tener graves consecuencias.