Las aplicaciones que instalamos en el celular nos solicitan toda una serie de permisos para poder operar en el dispositivo. Por ejemplo, está claro que una aplicación de cámara necesitará tener acceso a la cámara del dispositivo o a la galería de fotos, y que un grabador de voz tendrá que acceder al micrófono. Estos permisos entran dentro de lo razonable.
Sin embargo, la solicitud de permisos de estas aplicaciones no siempre es coherente con sus funciones. Hay miles de aplicaciones que solicitan permisos excesivos para funcionar, y, cuando una aplicación nos pide este tipo de permisos extra, lo más probable es que esté recopilando nuestros datos privados para venderlos al mejor postor.
Mención aparte merecen las aplicaciones piratas, es decir, las que descargamos desde páginas web de terceros que no tienen relación con las tiendas oficiales de Apple o Google. Las apps de la Play Store o la App Store pasan por un cierto proceso de verificación, pero las apps piratas pueden estar infectadas con malware y robar muchos más datos de nuestros dispositivos.
Por eso es fundamental evitar este tipo de descargas y ceñirse solamente a las tiendas oficiales de los iPhones o los Android. Además, conviene adoptar medidas de protección adicionales como el gestor de contraseñas NordPass, que nos permite esquivar los keyloggers de las apps maliciosas a la hora de introducir nuestras contraseñas online.
Está claro que las aplicaciones piratas suponen todo un peligro para nuestros datos, pero no son el único problema al que nos enfrentamos a la hora de usar nuestros celulares. Son muchas las aplicaciones ‘legítimas’ que abusan de forma desmesurada de los permisos del celular, y algunas son más populares de lo que podría parecer.
Entre las apps más peligrosas para la privacidad de los usuarios destacan estas 5:
Aunque durante muchos años Facebook era la primera aplicación de esta lista, recientemente fue superada por Instagram, que solicita un 79% de todos los permisos disponibles de nuestro dispositivo. Instagram tiene acceso permanente a la cámara del celular, el micrófono, la galería de fotos, la lista de contactos, los mensajes SMS, la ubicación GPS, ¡y mucho más!
La plataforma utiliza toda esta información para vender publicidad, y, más recientemente, también la usa para entrenar la IA de Meta. No debería ser necesario hacer un estudio exhaustivo de toda la información disponible en nuestro celular e incluso en sus alrededores para poder ofrecernos una publicidad acorde a nuestros gustos.
Facebook fue la primera aplicación que hizo saltar todas las alarmas sobre los abusos a la privacidad en los celulares de sus usuarios. La lista de permisos solicitada por durante su instalación es tan larga que resulta necesario hacer 'scroll' hacia abajo para poder verla de forma completa.
La gran mayoría de los permisos solicitados por Instagram también son requeridos por Facebook, y la plataforma se excede con frecuencia en el uso que hace de los mismos. Son proverbiales los anuncios publicitarios de Facebook que recomiendan productos mencionados por sus usuarios ‘cerca’ del teléfono, y captados por el micrófono mientras no se lo utiliza.
No debería sorprendernos que la tercera aplicación en esta lista sea TikTok. Considerada la tercera red social más potente después de Instagram y Facebook, TikTok es una sigue los pasos de sus antecesoras y también recopila una gran cantidad de información sobre sus usuarios. Estos datos incluyen el libre acceso a la cámara, la ubicación GPS y el micrófono.
Además, TikTok se enfrentó a toda una serie de problemas legales en diferentes países, y se encuentra prohibida en algunos de ellos. Particularmente relevante es el caso de India, que considera a TikTok poco menos que una ‘aplicación espía’ con fuertes nexos con el gobierno chino. Y, en Europa, se prohibió su uso por parte de los miembros del Parlamento Europeo.
Las dos últimas aplicaciones de esta lista se encuentran a bastante distancia de las tres primeras, porque no se trata de redes sociales. En cuarto lugar tenemos Uber Eats, una aplicación que solicita acceso a nuestra ubicación, nuestros contactos o nuestro historial de navegación, y que además comparte esta información con otras apps.
El caso de Duolingo es extraño, porque no parece que sea necesario para una aplicación de enseñanza de idiomas la recopilación del 36% de los datos disponibles en el teléfono. Sin embargo, esto es justo lo que hace Duolingo, que no solo se financia con las suscripciones de sus estudiantes, sino también con la venta de sus datos privados.