El sexting es una práctica que consiste en enviar o recibir mensajes, fotos o videos de contenido sexual a través de medios digitales, como el teléfono móvil o las redes sociales. El sexting puede tener consecuencias negativas para la privacidad, la seguridad y la autoestima de las personas que lo practican, especialmente si son menores de edad o no han dado su consentimiento.
En este artículo exponemos algunas características del sexting que debes conocer para poder prevenir los riesgos que implica su práctica.
Algunas de las características del sexting son:
El sexting puede ser una forma de expresar la sexualidad y el afecto entre personas adultas y responsables que lo hacen libremente y con respeto. Sin embargo, también puede ser una fuente de problemas y sufrimiento si no se hace con precaución y conciencia. Por eso, es fundamental informarse, educarse y protegerse sobre el sexting y sus riesgos.
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Uno de los mitos más extendidos es que el sexting es una forma de expresar amor o confianza hacia la pareja. Muchas veces, se cree que enviar imágenes o mensajes íntimos es una prueba de que se quiere o se confía en el otro, o una forma de mantener viva la llama de la pasión.
Sin embargo, esta creencia es falsa y peligrosa, ya que puede llevar a presionar o manipular a la otra persona para que acceda a enviar o recibir este tipo de contenidos, sin respetar su voluntad o sus límites.
El amor y la confianza se construyen con el respeto, la comunicación, el cuidado y el apoyo mutuo, no con el intercambio de material sexual. El sexting no es una obligación ni una condición para mantener una relación sana y satisfactoria. Al contrario, puede generar problemas de celos, inseguridad, chantaje, extorsión o difusión no consentida de las imágenes o mensajes, lo que puede afectar gravemente a la dignidad y la salud mental de las víctimas.
El sexting puede ser una fuente de presión, de chantaje o de violencia. Por eso, antes de enviar o recibir cualquier contenido sexual, hay que tener claro lo siguiente:
No es una obligación ni un derecho, sino una opción personal que requiere madurez, respeto y precaución. Antes de practicarlo, piensa bien si te conviene, si te apetece y si estás seguro. Y recuerda que siempre puedes decir que no.
El sexting no es privado porque una vez que envías algo por internet o por el móvil, perdemos el control sobre quién lo ve, quién lo guarda y quién lo comparte. Aunque confiemos en la persona a la que le enviamos el mensaje, foto o vídeo, no podemos estar seguros de que no lo reenvíe a otras personas, ya sea por descuido, por presión social o por venganza. A
demás, existe la posibilidad de que nuestro dispositivo o el de la otra persona sea hackeado, robado o perdido, y que alguien acceda a nuestro contenido sin nuestro consentimiento.
También puede ocurrir que alguna aplicación o plataforma en la que subamos o almacenemos nuestro contenido tenga una brecha de seguridad o cambie sus condiciones de uso, y que nuestro material quede expuesto al público.
Entre los principales riesgos del sexting podemos citarte estos, pero no son los únicos:
Conocer estas características del sexting puede ayudar a prevenirlo y a evitar sus consecuencias negativas. Si se decide practicar el sexting, se debe hacer con precaución, confianza y responsabilidad, y siempre respetando los derechos y los deseos de las demás personas.
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Preguntas Frecuentes:
El sexting se puede clasificar según el grado de consentimiento, la intencionalidad y las consecuencias que tiene para las personas involucradas. Algunas formas de sexting son: